1. RELATOS DEL ALMA, DICIEMBRE 2014

-----

Me voy. Me largo. Hace mucho tiempo empecé a imaginar qué sentiría en el momento de iniciar este Viaje y ahora que va acercándose veo que sabe a felicidad, a ilusión, y una contradictoria mezcla de sosiego y terror.

 

Siento el sosiego aún sin haber partido, ya respiro más hondo, como si dentro de mi cuerpo cupiese más aire. Es como recibir un abrazo de brisa pero sintiéndolo desde un interior tan hondo, profundo y desconocido que casi me asusta.

 

El terror acecha por las noches, me sobresalta mientras duermo y sé que se aferra a mi espalda porque siento su tacto desagradable, frío y áspero.

 

 

-----

Estoy sentado delante de la ventana de casa. Hace una semana que llueve sin parar, y muchas más semanas que un cielo absolutamente encapotado tiñe de gris cualquier paisaje, extirpándole todo atisbo de vivacidad y volumen. En estos momentos siento una molesta melancolía...

 

De repente, entre la densa masa de nubes se abre un claro, y un fugaz pero atrevido rayo de sol provoca intensas luces y sombras.

Un rayo cuyo calor puedo sentir sobre mi brazo mientras escribo estas palabras.

 

Entonces, con un escalofrío, la melancolía desaparece, sonrío solo, y me siento exageradamente satisfecho y esperanzado durante los pocos segundos que las nubes tardan en cicatrizar esa herida de la que manaba sangre de vida en forma de luz y calor.

 

...y otra vez la melancolía...

 

...y otra vez el sol...

 

...y otra vez el denso gris azulado...

 

...que dura días o semanas...

 

...y otra vez un fugaz rayo de vida...

 

...y otra vez... y otra vez... y otra vez...

 

¡Es tan cansado!

 

 

-----

Anoche sentí un violento puñetazo que desgarró mi pecho y me arrancó el alma y el corazón entero, caliente, aún palpitando.

Espero que el sol y los kilómetros ayuden a cerrar el vacío que ha quedado.